Como se indica en la pestaña de “Un poco de historia”, el primer automóvil de combustión interna se le atribuye a Karl Friedrich Benz; así que a modo de homenaje comenzaré las fichas del blog con uno de sus vehículos más significativos en la década de los 50: El Mercedes-Benz 300 SL.
El 300 SL fue uno de los primeros superdeportivos de la historia. La marca alemana inició la producción de este biplaza en 1954, hasta 1963. Este coche es conocido por sus llamativas puertas de “ala de gaviota” y porque fue el primer automóvil equipado con un motor de gasolina con inyección directa de combustible.
Mercedes-Benz 300 SL Gullwing Coupé |
Además de este modelo con carrocería coupé, un modelo Roadster, con una altura lateral inferior y carrocería abierta, obviamente sin esas destacadas puertas en alas de gaviota.:
Mercedes-Benz 300 SL Roadster |
Aquí tenemos algunos datos técnicos sobre este mito de la marca:
Motor
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M198 SOHC (árbol de levas en cabeza simple) de 6 cilindros en línea con 2 válvulas por
cilindro.
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Cilindrada
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2.996 cc
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Alimentación
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Inyección directa Bosch
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Relación de Compresión
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8.6:1
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Diámetro y carrera
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85 mm x 88 mm
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Potencia Máxima
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215 CV a 5.800 rpm
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Par Máximo
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275 Nm a 4600 rpm
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Transmisión
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Caja de cambios manual de 4
velocidades
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Frenos
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Frenos de tambor en las 4 ruedas
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Velocidad máxima
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245 km/h
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Aceleración
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0 a 97 km/h en 8,2 segundos
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A modo de curiosidad al 300 SL se le dio el apodo de Widowmaker (“hacedor de viudas”), por la gran cantidad de conductores que murieron al estrellarse con dicho vehículo.